EL ROL DE LA MUJER EN EL TRABAJO Y EN LA SOCIEDAD.

EL ROL DE LA MUJER EN EL TRABAJO Y EN LA SOCIEDAD.

Por: Ana Isabel Llinás

El rol de la mujer respecto al trabajo, y su papel en la sociedad, considerado desde un punto de vista general, ha cambiado totalmente en el transcurso de las últimas décadas. Ya no se trata de lo que las mujeres son capaces de hacer física e intelectualmente; la experiencia ha puesto punto final a esas largas controversias y ha demostrado palpablemente que las mujeres encajan a la perfección en un número de actividades mucho más amplias que las compatibles con la idea comúnmente aceptada de que son el “sexo débil”.

Las diferentes tradiciones culturales dejan sentir también su influencia al determinar el lugar que debe ocupar la mujer dentro de la sociedad. En épocas pasadas, las mujeres sabían cuál era su estatus y sus vidas transcurrían al cuidado de la familia y del hogar, situación que hasta la fecha no ha cambiado considerablemente. Pero con el paso del tiempo, la mujer se empeñó en introducirse a un campo tradicionalmente reservado para el hombre, como lo es el campo laboral; su incorporación al trabajo trajo consigo un sinnúmero de problemas más relevantes con el que tropieza la mujer trabajadora, es la discriminación de que es objeto por parte de la empresa, del sexo masculino y aún más, de su propio sexo.

Es cierto que hombre y mujer principian aproximadamente en el mismo nivel dentro de una empresa, también es cierto que por el hecho de ser hombre llega el momento en que éste se coloca en la vía más rápida que conduce a mejores puestos, grandes responsabilidades, aumentos más jugosos y tiene mayores oportunidades de ascenso que la mujer, por lo que ésta tendrá que trabajar con más ahínco e inteligencia que la mayoría de hombres que están a su nivel.

El trabajo es todo esfuerzo consciente y voluntario orientado hacia la transformación de la naturaleza, y su utilización, ligada a la satisfacción de las necesidades humanas; lo cual permite determinar que ha sido el eje del desarrollo social, intelectual y biológico de la humanidad. Por tanto, el trabajo es fundamental para la supervivencia del hombre. Siendo el trabajo una actividad tan importante para la sociedad, es un hecho que tanto hombre y mujer han trabajado recíprocamente.

La psicología del trabajo estudia el comportamiento del hombre en esta situación, su fin principal es conocer ese comportamiento, sus características, su evolución, su estructura. En este sentido, la psicología del trabajo es una ciencia teórica, pero el estudio de la conducta humana en el trabajo sólo puede hacerse en la situación concreta donde el hombre trabaja, observando el trabajo, describiendo tal y como se realiza, planteando hipótesis explicativas de lo observado y modificando el trabajo mismo para comprobar esa hipótesis.

Cuando llega a obtener resultados prácticos y efectivos, la psicología del trabajo se convierte en una ciencia aplicada. No sólo del trabajo depende de la personalidad del trabajador, sino que, recíprocamente, la personalidad del trabajador depende del trabajo. El hombre es un ser que con la naturaleza que le es dada va haciendo su personalidad, su manera peculiar de comportarse, de creer, pensar, querer y sentir a medida que va haciendo sus diversas actividades en su trato con la realidad. El hombre viene al trabajo con su personalidad; cómo trabaje dependerá por una parte su modo de ser. Un trabajo eficaz será aquel que ofrezca al trabajador la oportunidad de expresar su personalidad y le estimule para desarrollarla y enriquecerla. La mujer ha trabajado tan intensamente como el hombre, pero su trabajo no ha sido valorado porque ha tenido, un carácter subordinado que no le ha permitido influir directamente en las grandes decisiones de la historia, por lo que tiene en este caso menos oportunidades de desarrollar y enriquecer su personalidad. El trabajo de la mujer, en la comunidad primitiva, fue determinado por el valor del trabajo productivo, que se realizaba colectivamente. Al disolverse las estructuras comunitarias surgió la organización patriarcal. El trabajo de la mujer se restringió a la elaboración de valores de uso para el hogar de esta manera, la mujer quedó fuera del trabajo productivo, siendo invisible su participación económica dentro de la sociedad. Por el contrario, el trabajo del hombre adquirió prestigio y solidez con la producción de objetos para la comunidad, destinados a crear riqueza al entrar en el proceso de intercambio. ¿Creé usted que seguimos con la misma estructura patriarcal?

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